Frente al enemigo
Cuantos llamándose liberales no hayan olvidado aún la política cruel que inauguraron los conservadores en verano de 1909, no podrán de menos de prescindir de ciertas consideraciones, que debido a ellas luchaban contra el adversario por su cuenta propia, para que en los momentos actuales y mientras las libertades peligren se usan todos los elementos progresivos para por este medio conseguir que el derecho de ciudadanía adquiera verdadero respeto.
No basta que la protesta internacional, efectuada por las naciones cultas, echara del Poder al funesto político que tantas víctimas inmoló en aras de su soberbia; es preciso volver por el honor de España a incapacitar políticamente al autor de tanto desastre. Y para lograr ambas cosas, es necesario tengamos presente en todo momento al enemigo, al objeto de no transigir en la lucha empeñada hasta conseguir el fin propuesto.
Por lo que a Mallorca se refiere, no ignoramos la fuerza con que cuenta el partido conservador, y que los partidarios del Sr. Maura, a más de poderosos, no reparan en los medios cuando de luchas se trata; circunstancias éstas, en extremo para ellos favorables. Sin embargo, aún en condiciones de inferioridad, debido al grado de esclavitud económica que disfruta el obrero mallorquín, hemos de aprestarnos para la lucha, esgrimiendo como única arma la verdad clara y desnuda; la que en realidad no conocen muchísimos de los explotados de bastantes pueblos de la Isla.
Por tanto se hace indispensable que las Agrupaciones socialistas de los pueblos, ilustren a aquellos compañeros, sacándolos del letargo en que yacen y convenciéndoles de la necesidad de trabajar a favor de su redención, para que en lo sucesivo se dispongan a ejercer sus derechos y dejen de servir de instrumento al detestable cacique.
Nuestra alianza con los republicanos tiene por objeto aumentar el número de fuerzas con que hemos de hacer frente a la reacción y a cuantos se opongan a nuestro avance, y cuantos más adeptos aportemos los socialistas a nuestro campo, no solo vamos engrosando el Partido Socialista, sino que también más fuerzas prestamos a la Conjunción republicano-socialista. Pues, aunque estamos convencidos de que solo con la transformación de un régimen colectivo no cesará la explotación del hombre por el hombre. También es cierto que en un régimen republicanos hemos de obtener para nuestra causa muchas más ventajas, y por esto deseamos su implantación. Como tampoco olvidamos que la mejor garantía para que el señor Maura no vuelva a ocupar el Poder es transformando el caduco régimen monárquico.
Por tanto, no desmayemos en nuestra labor organizadora construyendo Agrupaciones socialistas y sociedades de resistencia, que a la vez que nos unimos los explotados para realizar fines de gran transcendencia, trabajos para imposibilitar se vuelva a posesionar del Poder la odiosa reacción; librando así a España del estado misérrimo en que se halla, al mismo tiempo que cumplimos como buenos ciudadanos-
EL OBRERO BALEAR / Núm 468, 4 de marzo de 1911
Vista de Barcelona durant la Setmana Tràgica, amb esglésies i altres edificis cremant.
Francesc Ferrer i Guàrdia
Antoni Maura i Montaner |